Oct 29, 2009

Sensaciones de los nuevos eslabones de Alice In Chains

Dije que no escribiría sobre grunge o literatura porque dedicarle unas letras a estos temas es ser muy desocupado en la vida. Pero aquí estoy, dispuesto a incluir algunas de mis palabras en ese mundo mágico, rebelde y melancólico llamado Grunge. Lo hago porque así como amo a éste género antipopular del rock y la suave pero a ratos complicada literatura, amo escribir. En el presente artículo quizás no aparezcan metáforas o símiles como en mis cuentos pero de que abriré mi corazón y pondré en un bello marco de madera caoba mi obsesión por uno de los sonidos que como el eco de una guitarra acústica se retuerce sobre una tumba, esta es la tumba de mi cabeza donde son inmortales mis horas de nostalgia, lo haré.
Lane Staley murió en mayo de 2002. Dejó a Alice In Chains en el limbo mientras él seguía su camino al cielo, Eddie Vedder le dedicó una canción en el Lost Dogs (2003) de Pearl Jam, una gran cantidad de imitaciones de su voz y de su estilo continuaron apareciendo, y nosotros, los amantes lúgubres y apasionados de la mujer encadenada tuvimos que ver como se aferraba para siempre a sus cadenas dentro una cripta alejada de lo que fue alguna vez la oscuridad pública de su vida.
Bien, hasta ahí nada nuevo. Nos quedamos tan solo con Pearl Jam, las maravillas de Riot act (2002), Lost Dogs (2003) y sonidito britpop sesentero del 2006 con su álbum homónimo en el que con una canción le decían adiós al grunge. El grupo lo confirmó hace poco con Backspacer. Vimos como Chris Cornell se degradaba conviertiéndose en una Gwen Stefani con bigote, disfrutamos del regreso de The Smashing Pumpkins y algunos intentamos olvidarnos (escuchando cada vez menos) el odioso grupo del guitarrista mediocre y creador del Never Mind. A pesar de los pocos aciertos del movimiento un vacío permanecía en el pecho, un viento helado congelaba cada intento de latido del tímido corazón: Alice In Chains había muerto.
Se fregaron los que se lo creyeron. Desde principos del año pasado veníamos escuchando el rumor del regreso de AIC, enseguida nos preguntamos ¿y Lane? Pues bien, regresaban con un nuevo vocalista que acompañaría a Jerry, William Duvall. Sí, haría armonía con Cantrell, interpretaría las viejas canciones del grupo sustituyendo a Staley y contribuiría con la creación de nuevos temas.
Así fue en 2009. Hace unas semanas (hoy es 29 de octubre) Alice In Chains lanzó "Black Gives Way to Blue" (para mí, como una manera de compensar una parte de ese delpilfarro de recursos que significó Backspacer para mis oídos). Seré breve:

1. All Secrets Known. Excelente inicio. Un bajo hipnotizante. Una letra totalmente sincera con la situación actual de la banda: "there's no going back to the place we started from". Refleja la fuerza, el entusiasmo y el interés por continuar con un proyecto ajeno a las nuevas generaciones y envuelto en un ambiente oscuro y cargado de un dolor que parece extraído de un cuento de Edgar Allan Poe o Guy de Maupassant.

2. Check My Brain. Todo el cerebro de William Duval presentado en una canción. Un bajo loco no de atar, un bajo que hay que dejar suelto hasta que el sudor baje por las cienes.

3. Last Of My Kind. El carácter pesado se mantiene y la lentitud de la primera canción regresa, esta vez con más Duvall y un poderío en la voz que mantiene las cienes calientes. Un grito al YO con el que nos alejamos de las personas que ven la capa de las cosas sin explorar su interior. Un himno a la batalla de la vida en pleno campo minado.

4. Your Decision. Un excelente consejo para mantenerse en esa dura batalla de la canción anterior. Más existencial, un pozo sin fondo de reflexiones cálidas. Nos invita a ser mejores humanos dejando a un lado el miedo y siéndoles fieles a aquellos que caminan con nosotros. Guitarras que transportan a la nostalgia que ya sentíamos en la infancia: guitarras de los noventa.

5. A Looking In View. Siete minutos de cruda oscuridad y de un esfuerzo vocal irresistible de escuchar una vez más en la soledad de la noche.

6. When The Sun Rose Again. Dejamos a un lado el metal y regresamos al grunge. De nuevo unas guitarras traídas de los noventa. Una letra que con firmeza nos invita a ser responsables de nosotros mismos. Madurez lírica, vocal e instrumental. Más grunge para los oídos.

7. Acid Bubble. Un experimento interesante en la guitarra. Kinney mantiene una fuerza lenta pero provocadora a lo largo de toda la canción con su batería. En los 2:43 hay un cambio abrupto de intensidad que actúa como un golpe al mundo mientras se le confirma la inmortalidad de nuestra personalidad. Todos tenemos un niño vive y llora en una esquina, que muere en una esquina. Algunos deciden dejarlo crecer mientras Acid Bubble alimenta su existencia.

8. Lesson Learned. Más tranquilidad al mostrar las voces. Casi un regaño por no haber aplicado las anteriores lecciones de personalidad.

9. Take Her Out. Una letra un poco extraña, con un mensaje escondido sobre una mujer que solo el grupo conocerá. Hipnotizante, seria, oscura como lo es el resto del álbum.

10. Private Hell. El orgullo no es siempre el mejor acompañante, aleja a los amigos que van al compás de nuuestros pasos. No es arrepentimiento, solo hay que recapacitar y ver nuestro lugar entre los demás para reconocer el camino a seguir. En cuanto a la música ¡cuánta suavidad y belleza en una misma canción! Ajá...

11. Black Gives Way to Blue. Dedicada a Lane, un abrazo lírico, un rechazo a las imitaciones, una confesión del corazón en la que se muestra la admiración, más que por un músico, por un amigo. De cierta forma los años no pasan en una amistad. Es posible compartir con los fantasmas lo triste y lo bueno de la vida. Sensibilidad y un presente tierno cargado de nostalgia.

El álbum es una obra maestra. Oscuridad, nostalgia y valor encadenados a un pasado que no se resiste a morir, menos en medio de la poca credibilidad que los años han dejado en los oídos sacando del pantano el mal sonido de los nuevos grupos de rock.

Un 10 para el lago nocturno en el que vestida de negro y azul vaga el cuerpo de Alicia encadenado al de Lane.

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